lunes, 5 de febrero de 2018

10 de Febrero: Del Acebuchal al Lucero por la Cresta de los Civiles


Participantes: 7
 Paco Ruiz, Manuel D., Lucía L., Jesús C., Ricardo, Carlos  y Jerónimo
Distancia recorrida:
23,5 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
1.430 metros
Altura mínima: ( 490 m – El Acebuchal )
Altura máxima: (Sobre los 1510 m – Próximos al Collado de la Perdiz)
Tipo de recorrido:
Dos tramos circulares unidos por uno lineal de ida y vuelta.
Tipo de camino:
Carriles de tierra y veredas.


Desayuno en la gasolinera de Nerja con la sorpresa de que Fali vino a desayunar con nosotros antes de ir a su faena de pájaros y cabras en Cerro Gordo. Pan con aceite, tomate y algo de jamón de york. A 3,50€ por cabeza. Caro. Volvemos allí porque está muy bien situada, no por otra cosa.

En el Acebuchal, Jerónimo nos obsequió con sus ya tradicionales vueltas para aparcar. Por la razón que sea no encuentra sitio adecuado para su coche. Salimos por el barranco del Acebuchal bien pertrechados porque predecían viento y frío. Por el barranco, al abrigo del viento, hacía una mañana espléndida. La zona de manantiales por debajo de venta Cebollero acusaba la sequía porque no rezumaba el agua que alimenta zarzales, adelfas, carrizo y junqueras a través de los cuales se ha abierto una trocha estupenda.

Al salir al puerto de Páez Blanca el viento nos recibió con fuerza anunciando lo que sería una constante de la caminata. Por la pista hacia el Daire a veces íbamos al abrigo pero en las curvas al norte soplaba de lo lindo. Eso contribuyó a que el largo trecho de pista por la ladera de Sierra Blanquilla se nos hiciera más largo de lo acostumbrado.

El barranco del Mirlo y el arroyo Zarzalillo traían ambos su buen chorro de agua. La reserva de agua en las entrañas de la Almijara se diría inagotable, al menos en algunos puntos. Atacamos con brío la cuesta a la cresta de los Bojes, brío que se fue atemperando conforme llegábamos a esas rampas tan empinadas. Íbamos pendientes de observar alguna conexión de la senda con la cresta al collado de los Civiles. Hay una ligera traza a media ladera que se queda más alta que la senda, además tiene en medio un barranco que seguramente dificultará el paso. Muy complicado.

En el collado de los Bojes el viento nos llevaba literalmente. Agachados, despacio, buscábamos protegernos de él, y en la ladera, en una zona que nos pareció más abrigada, paramos al Ángelus. Como novedad Ricardo volvió a ofrecer su vinillo dulce. El viento continuaba haciendo la parada incómoda. Acortamos pues el tiempo del Ángelus y seguimos por ese sube y baja debajo del cerro de los Bojes hasta el collado Bartolo. Y de ahí, cresta arriba, luchando con el viento, al comienzo de la cuerda y cadenas puestas por nuestro grupo para cruzar al barranco Zarzalillo. Un 10 para los ejecutores de la obra de las cadenas: Antonio con la fijación y Paco con rehacer la huella de la senda hicieron un trabajo excelente. Ahora se pasa muy bien, sin peligro alguno.

La idea inicial era subir al Lucero, pero el vendaval hacía desagradable la caminata. En la ladera del arroyo Zarzalillo hubo votación para ver si continuábamos al Lucero o a los Hornillos. La mayoría no quería más azote de viento. Jerónimo salió a buscar a Paco que iba adelantado por la ladera del Lucerillo, lo recogió y ya el equipo completo seguimos al collado de los Hornillos disfrutando del sol y de la protección que ofrecía la ladera.Desde los Hornillos vimos con claridad una sendita que desde el collado de las Flores corta la ladera de la loma del Daire hacia el sur, quizá hacia el manantial de los Pradillos. Queda pendiente su exploración.

En uno de los brazos que forman el barranco Majadillas paramos a almorzar. No era una zona demasiado llana pero a cambio teníamos todas las piedras del mundo para acomodarnos. Ágape excelente y variado, como siempre. A destacar las lentejas calentitas de Paco, y el bizcocho de Jerónimo y las casi olvidadas pastitas de Alhama para acompañar el té.

Por la tarde el viento disminuyó su presión y la pista hacia Páez Blanca fue ya placentera. Para compensar la subida al Lucero echamos por el carril al oeste de Cerro Verde, carril que se convierte en senda antes del collado Panduro, entre los cerros Verde y Panduro. Rodeamos el cerro Panduro por el este, disfrutamos de una bonita puesta de sol y bajamos por el barranco de Nazario para llegar al Acebuchal al lado de la ermita. Los dos bares del Acebuchal estaban cerrados. Cambiamos la deseada cervecita por un trago de agua, a los coches y a casa.
 
Mapa de la ruta
 
Llegando al Collado de La Paez Blanca
 
Subiendo desde el Bco. Zarzadillo
 
Vistas al Cerro del Daire
 
Boj con las hojas rojas debido a las antocianinas,  cuya finalidad es proteger a la planta durante todo el otoño y el invierno para que sus hojas puedan soportar las bajas temperaturas sin sufrir una congelación letal.
 
La Cresta de los Civiles
 
Senda arriba
 
Recorriendo un tramo a la umbría
 
La Maroma descuella sobre las cretas del Cerro de la Mota
 
Sierra Nevada por el otro lado
 
La Cresta de los Civiles desde el Collado de los Bojes
 
Un nuevo tirón hacia arriba desde el collado
 
Dispersos por la cascajera
 
El Mediterráneo y el Cerro Cisne
 
Lucerillo y Lucero
 
Por el Collado de Bartolo
 
Cadenas
 
y más cadenas
 
que ayudan a bajar este tramo de sendero muy erosionado
 
Blancas dolomías
 
Por el pinar de la cara sur del Cerro de la Mota
 
En el Collado de los Hornillos
 
Una nueva vista del Lucerillo y el Lucero
 
Vinos
 
Pedregoso restaurante
 
Llegando al Cortijo del Daire
 
Almendro en flor
 
La Cresta de los Civiles desde el carril del Daire
 
Grieta en la montaña
 
En el Collado Panduro
 
Atardece
 
Llegando al Acebuchal con las últimas luces del día
 

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