jueves, 22 de febrero de 2018

Sábado 24 de febrero: Sª del Chaparral - Molvízar


Participantes: 10
 Paco Ruiz, Paco Z., Manuel D., Lucía L., Manu, Jesús C., Ricardo, Nori, Tere  y Jerónimo
Distancia recorrida:
22,3 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
1.110 metros
Altura mínima: ( 200 m – Molvízar )
Altura máxima: (1073 m – La Guindalera)
Tipo de recorrido:
Circular
Tipo de camino:
Carriles de tierra y veredas.

Desayuno en la gasolinera de Nerja. Sentimos la falta de Fali que suele acudir puntual a los desayunos nerjeños. 3,6€/cabeza confirman lo que ya sabíamos, desayuno caro pero el sitio de la gasolinera es ideal como punto de reunión y aparcamiento.

En la entrada de Molvízar, junto a la parada del autobús, nos habían guardado dos sitios para aparcar. Los aprovechamos y de allí mismo salimos por el Paseo del Lugar. Este camino junto al río podía ser muy placentero, pero entre los desagües y las porquerías de los perros, se convierte en desagradable. Por eso a la vuelta echamos por el pueblo evitándolo.

Al final del Paseo entramos por la pista del cementerio y continuamos por el Camino del Quemado. Todos, excepto Paco Ruiz y Jerónimo que echaron por una sendita por la cuesta de la Caída para salir al camino del Quemado poco antes de llegar a la pista que recorre la base de la sierra. Parece que la senda está limpia por el paso de las motos, aunque no sabemos si el esfuerzo del potente repecho de la senda compensa el trozo de pista.

Frente a donde el Camino del Quemado desemboca en la pista de la Sierra sale la senda de la Sierra que va ascendiendo suavemente poco más alta que la pista. En la zona de la Rijana la senda cambia de dirección este a norte y sube al mirador del Mincho con buenas vistas sobre Motril, el puerto, Salobreña y las vegas de Molvízar, Lobres y del Guadalfeo, aunque la visibilidad del día era mala.

En el mirador nos despojamos de ropa porque el sol comenzaba a calentar. De él sube la senda por el valle del barranco del Búho, pero más arriba lo abandona para pasar a otro barranquito más al este y zigzaguear por él hasta alcanzar la cresta de la sierra. La senda está trazada con una pendiente uniforme, con buenos jorfes que la sujetan y es un gusto caminar por ella a pesar de la maleza que en algunos puntos comienza a invadirla.

La cresta nos recibió con esas preciosas vistas a los Guájares, aunque Sierra Nevada estaba cubierta por la bruma. Continúa la senda por la vertiente sur de la cresta, ascendiendo y abriéndose en miradores y puertecillos al norte de vez en cuando. Uno de ellos es una ventana espectacular. La senda está perfectamente trazada, sujeta con jorfes donde es necesario. Suponemos que se haría para la repoblación forestal porque no parece que sirviese para comunicar Molvízar con los Gúajares.

En el colladito sobre el barranco de la Alberquilla al norte y sobre el barranco del Quemado al sur, hay un cruce de sendas; una al sur que baja hacia Molvízar, otra sube a pecho el montículo al oeste y otra rodea el montículo por el norte. Por todas se llega a la Guindalera. Elegimos la del oeste, una senda de montañero que sube recta al cerrillo cercano para entrar luego en una zona de pizarras, con viñedos y cortijillos. Justo antes del vértice de la Guindalera el viento había destrozado una casita prefabricada de madera: quedaban las camas sobre el terreno y entre el amasijo de maderas sobre el ribazo y carril se veía el lavabo y los desagües del cuarto de baño.

Bajamos al puerto de la Guindalera y decidimos acortar un poco la ruta yendo por la pista a Ítrabo, porque la ya conocida senda por la falda del cerro Bodíjar no ofrece muchos atractivos.

En vez de comer en el camino de la Cuesta de la Jara bajamos al área recreativa del Barranco del Nacimiento. A pesar de la tremenda sequía a la alberca de riego de Ítrabo le estaba entrando un buen chorro de agua y lo mismo sucedía con la fuente del área recreativa. Sentados a una de las mesas comenzamos la comida con ensalada cateta, tomate, boquerones en vinagre, chorizo y cecina. Vino después la tortilla, habas, lentejas, pollo y lomo, luego los quesos con membrillo y finalizamos con dos bizcochos, uno de limón y otro de nueces, empanadillas de Alhama, tés y orujos.

Continuamos por la pista rodeando la sierra hacia el este con Ítrabo abajo en su valle. De tanto en tanto hay miradores en la pista. Pasado el barranco de las Minas la pista se divide, una baja a la derecha a Molvízar por el Camino del Tesoro y otra continúa a la izquierda al barranco Pueblo donde muere. Nada más entrar en la del barranco había un padre y un hijo con una bolsa. Les preguntamos si buscaban caracoles y resulta que buscaban piedrecitas azules (azurita) y verdes (malaquita) en la escombrera de una antigua mina de cobre. Son unas piedras muy bonitas.

Dejamos la pista por una senda sobre ella. El paso por el barranco Pueblo nos sorprendió porque bajaba un buen chorro de agua a pesar de la sequía. Esa agua explica los potentes eucaliptos del cauce. De él sale zigzagueando la senda para pasar por un par de trincheras curiosas.

Por la zona de las Delicias dejamos esa senda por otra que baja al sur por el valle del Barranco del Duende para unirse al barranco Pueblo y llegar a la ya conocida pista del cementerio. Buscando una cervecita entramos en Molvízar y en una ya conocida plaza con palmeras paramos antes de llegar a los coches.

Excursión bonita por la vistas, aunque hoy no acompañara la visibilidad, y por las bien trazadas sendas. El día amaneció con nubarrones, despejó un poco en la mañana y se cubrió después. Día sin viento, con buena temperatura para caminar, aunque un poco fría en el restaurante.
 
Mapa de la ruta
 
Thymelaea hirsuta - Bufalaga
 
Camino de la Sierra
 
Unas sendas muy bien hechas y trazadas
 
Dando vistas a Sª Nevada, hoy oculta por las nubes
 
La ventana de las fotos
 
Barlia robertiana
 
Orchis collina
 
En la Guindalera
 
Almendros en flor
 
Por el carril que baja de La Guindalera
 
Vinos en la Fuente del Nacimiento de Ítrabo
 
Acercándonos al Barranco del Pueblo
 
Ophrys fusca
 
Cabello de monte - Cuscuta epithymum
 
Araña cangrejo -  Thomisus onustus
 
Antirrhinum...
 

 

martes, 13 de febrero de 2018

Día 17 de febrero: El Torrecilla desde los Quejigales

Participantes: 36
 Paco Ruiz, Paco Ponfe, Mª Victoria, Jesús R., Lola V., Paco Z., Manuel D., David,  Manuel G., Luci, , Tere, Jerónimo y 24 miembros de un grupo de Ingenieros de Madrid amigos/as del hermano de Mª Victoria.
Distancia recorrida:
16 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
930 metros
Altura mínima: ( 1.278 m – A.R. Los Quejigales )
Altura máxima: (1.919 m – Torrecilla)
Tipo de recorrido:
Circular
Tipo de camino:
Veredas principalmente y un tramo de carril.
 
Mapa de la ruta
 
Narcissus bugei
 
Buitres sobre un pinsapo
 
Subiendo por la Cañada del Cuerno
 
La Meseta de Quejigales
 
Un quejigo de marco
 
Por la Cañada del Cebro
 
Quercus faginea spp. alpestris - Quejigos de montaña
 
En el Pilar de Tolox
 
Hacia arriba por las laderas del Torrecilla
 
Algunos de que arriba llegaron
 
Un poco tarde para la foto de grupo pero no para llegar
 
El vino y su nevera
 
De vuelta tras la comida, con el Torrecilla al fondo
 
Quejigo solitario
 
Rodeando el Cerro S. Mateo por la derecha
 
Tejo escondido en una profunda grieta
 
Y encontramos la salida
 
En el pozo de nieve
 
Por el Pinsapar de las Ánimas
 
Tajo del Canalizo
 
Pinsapar de los Hoyos de la Virgen
 
Foto de grupo en una cornisa sobre "Los Coloraíllos"
 
Por el carril bajo el monumento al guarda Frasquito Molina

lunes, 12 de febrero de 2018

MIERCOLES 14 FEBRERO: ALCAUCÍN, PUERTO DEL PICO, COLLADO DE LA ZORRA

Alcaucín-Torrecilla-Pto del Pico-Cueva de los Carneros. 14-02-2018
Participantes: Pepe, Antonio, Victoria, Manolo y Jesús. Pedro en la segunda parte
Distancia recorrida: 18,8 km
Desnivel acumulado: 1400 m

Desayuno en el bar El Cruce en la carretera a Benamargosa. Comida con Pedro en la loma de Canillas

Aparcamos en unas casas nuevas, iguales, feas, donde nos llevó la calle principal. Subimos al cementerio y un poco más allá tomamos la senda por el pinar. No hay indicación alguna en la salida y la senda está descuidada. Antonio nos llevaba a buen paso pero sin atosigar. A través de los pinos se veía la campiña llena de olivos y casitas blancas. ¡Qué cantidad de construcciones nuevas hay en esa zona!
Pasamos por el colladillo del cerro del Mosquito, por el Matorral y desembocamos en el carril por el Descansadero Altero. No lo aprovechamos para descansar sino para tomar la senda por la crestita. Los pinos y el matorral están cerrando el paso; hay que luchar con ellos constantemente. La charla era amena y Antonio, con frecuencia, paraba la marcha y se volvía para dar su opinión. Pronto Manolo le hizo ver que parando tanto no llegaríamos a la cima en toda la mañana, que hablara mientras caminaba.
En la subida del Aguadero a la Torrecilla seguía la charla y las paradas, así que cuando Antonio paró a quitarse ropa Manolo cogió la cabeza e impuso un ritmo más alegre hasta la Torrecilla, donde hicimos unas fotos con las magníficas vistas.
Pusimos rumbo al puerto del Pico siguiendo unos hitos de piedras. Nos llevaron muy bien, primero hacia unos cercados de palos y alambre, y luego para cruzar el barranco de los Polvijeros a su ladera izquierda. Remontan los hitos señalando la ruta perfectamente hasta situarnos sobre los tajos del Pico y finalmente al puerto. Al abrigo, en la cara sur, mientras tomábamos el Ángelus, llamamos a Pedro advirtiéndole que llegaríamos a la salida del parque alrededor de las 3.
Por el Encadenado disfrutamos del sol y del calorcillo. En los Charcones tomamos la senda al barranco de la Cueva del Agua. La vegetación la está cerrando y en algunos puntos se ha hecho nueva huella por la imposibilidad de seguir la antigua.
En el cauce del barranco dejamos esa senda a Canillas y tomamos la del collado de la Zorra. Subíamos a buen paso pero el collado siempre estaba en la siguiente cresta. Y si la subida se nos hizo larga no fue menos la bajada. No llegábamos nunca a la curva del Viso que da vistas a barranco Hondo y a la cueva de los Carneros. Pasamos por la cueva sin detenernos porque el tiempo apremiaba y en la bajada al Atalayón seguimos deprisa. Manolo no daba cuartel y continuaba con ritmo implacable.
A las 3 en punto estábamos en la valla del Parque y Pedro esperándonos enfrente al otro lado del barranco de Cárcamo. Tomamos la senda al lado de la valla, por fuera, y fuimos a saludar al amigo Pedro. Para almorzar había elegido un desmonte en la loma de Canillas, un poco más allá. Victoria y Antonio subieron con Pedro en el coche hasta el restaurante y el resto fuimos caminando.
Debajo de un olivo nos sentamos con más ganas de descansar que de comer. Pedro había traído lechugas, tomates, huevos duros y latas de melva. Victoria, siempre tan dispuesta, preparó un palangana enorme llena de ensalada. Tomamos de aperitivo dátiles con nueces y queso, lomo embuchado, chorizo, cecina y tocino,  después la tremenda ensalada y finalmente, ya con poco apetito, tortilla de tagarninas, magro de cerdo y menestra. Con los quesos se terminó el vino y el chocolate y los bombones los pasamos con un poco de orujo.
Entramos como pudimos los 6 en el coche de Pedro, nos llevó al aparcamiento para meter las mochilas en nuestro coche y luego bajamos a tomar un café al bar de Enrique. Con la sonrisa en la cara por los chascarrillos y cuentos de Pedro nos dimos un abrazo, él se quedó en su Alcaucín y el resto bajamos a la costa.

Una ruta bonita, larga y exigente. El ir con hora para juntarnos con Pedro hizo que no descansáramos y terminásemos cansados. Parando a hacia las dos en el collado de la Zorra o en la cueva de los Carneros hubiéramos descansado haciendo la ruta mucho más agradable y llevadera.

LA RUTA
SALIENDO DE ALCAUCÍN
ATACANDO LAS PRIMERAS RAMPAS DE SUBIDA
CONCENTRADOS EN LA DURA SUBIDA
EN LAS RAMPAS DEL TORRECILLA
EN LA CIMA DEL TORRECILLA
POR LA CRESTA DEL TORRECILLA CON LA MAROMA ALFONDO
SUBIENDO AL PUERTO DEL PICO
BAJANDO DEL PUERTO DEL PICO
BAJANDO HACIA LOS CHARCONES
SUBIENDO AL COLLADO DE LA ZORRA
ABAJO EL ATALAYÓN Y EL PANTANO DE LA VIÑUELA
LOS ALMENDROS DE ALCAUCÍN
LOS VINOS CON EL PEÑÓN GRANDE AL FONDO
LA COMIDA CON PEDRO