domingo, 19 de noviembre de 2017

25 de noviembre: El Cisne desde el Acebuchal

Participantes: 10
 Paco Ruiz, Paco Ponfe, Enrique , Manuel D., Manuel G., Luci, Luis, Carlos, Ricardo y Jerónimo
Distancia recorrida:
17 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
1.230 metros
Altura mínima: ( 498m – El Acebuchal )
Altura máxima: ( 1482 m – Cerro Cisne)
Tipo de recorrido:
Lineal, de ida y vuelta
Tipo de camino:
Veredas y carril
    
Mapa de la ruta
 
Viola arborea - Violeta arbórea
 
Pasando por la Venta Cebollera
 
Por el carril en busca del Higuerón
 
La Cresta de los Civiles
 
Sorteando un barranquillo en la subida al Cisne
 
El Lucero desde la subida al Cisne
 
Parada en el collado
 
La cueva del canuto del Cisne
 
Subiendo al pico
 
Luis en la cumbre
 
Foto de grupo en la cima
 
Rocas
 
La cresta del Cisne
 
Bajando por el canuto
 
Culo a tierra
 
Marco natural
 
Últimos metros de bajada con el Cisne al fondo
 
Valle del Higuerón a los pies del Cisne
 
Llegando a Pto. Blanquillo
 
Linaria amoi - Linaria del amo

lunes, 13 de noviembre de 2017

18 de noviembre: Fuenfría - Sª de las Apretaderas - Castaño Santo


Participantes: 20
 Paco Ruiz, Paco Ponfe, Pilar, Jesús R., Lola V., Paco Z., Lola D., Manuel D., Manuel G., Lucía L., Luci, Manu, Miguel S., Ricardo, Tere, Nori, Isabel, Manuel, una amiga de la que no recuerdo su nombre (¡lo siento!)  y Jerónimo
Distancia recorrida:
24 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
925 metros
Altura mínima: ( 671m – Zona próxima al Castaño Santo )
Altura máxima: (Sobre los 1276 m – Pto. del Robledal)
Tipo de recorrido:
Circular una parte y otra lineal, de ida y vuelta
Tipo de camino:
Salvo pequeños tramos por veredas, carril de tierra.
 
 
Mapa de la ruta
 
Cerro de la Toma
 
En el Pto. del Algarrobo
 
Recorriendo la loma de la Sª de las Apretaderas
 
¿Qué me querrá decir?
 
Alcornoques en el cortafuegos
 
Vistas desde la cresta
 
Mirada al Torrecilla
 
Llegando a Venta Quemá
 
Bajando por el alcornocal
 
Catorce para darle la vuelta
 
Luces y sombras en la hojarasca
 
Vinos descorchados
 
Foto de grupo en el Castaño Santo
 
Sierra Real, con el Pico Plaza de Armas
 
El Valle del Río Hoyo del Bote
 
Llegando al Pto. de la Refriega
 
Siluetas en el camino con el Torrecilla de fondo
 
Últimos rayos de sol y el frío aprieta
 
Atardece bajando el Pto. del Robledal

martes, 7 de noviembre de 2017

11 de noviembre: Castañares del Alto Genal


Participantes: 16
 Paco Ruiz, Paco Ponfe, Pilar, Jesús R., Lola V., Paco Z., Lola D., Manuel D., Manuel G., Lucía L., Luci, Manu, Jesús C., Ricardo, Tere  y Jerónimo
Distancia recorrida:
21 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
1.150 metros
Altura mínima: ( 516m – Vado Capilla – Río Genal )
Altura máxima: (Sobre los 1012 m – Montes de Pujerra)
Tipo de recorrido:
Circular
Tipo de camino:
Carretera, carriles de tierra, veredas y pequeños tramos campo a través.


Desayuno: Venta Navasillo. Excelente tostada por la calidad y la cantidad de pan, aceite y todo tipo de mantecas, a 2,2€. Un buen sitio. El problema es la cantidad de gente los sábados por la mañana.
Felicidades a Manuel de Nerja por su cumpleaños y por la deferencia de invitarnos al desayuno. Las buenas costumbres no se pierden.
Poco más y tenemos que fletar un autobús. Los castaños son siempre atractivos y siempre concitan a muchos caminantes, unos que están saliendo con regularidad y otros que nos hemos incorporado después de un largo paréntesis.

Hablamos de hacer la ruta clásica: Igualeja-Pujerra-Cartajima-Igualeja. Jerónimo, que siempre está investigando caminos, sugirió ir de Igualeja a Pujerra por un recorrido que había hecho un día un poco más bajo de la carretera que va por la cresta. Claro, todos estuvimos de acuerdo en explorar una nueva alternativa. Y allá que fuimos con algunos intentos fallidos de entrar por carrilillos que no nos llevaban donde queríamos. Esta nueva ruta, aunque no sube hasta la cresta de la carretera, no ahorra desnivel porque sube y baja constantemente. Tiene la gran ventaja de entrar por castañares recónditos, ignotos, no transitados, en los que la paz, el silencio y el aislamiento están asegurados, asunto no menor en los sábados de otoño cuando los castañares se llenan de gente bullanguera.

El resto del recorrido, el clásico: de Pujerra bajamos al río, subimos la cuestecilla hacia Cartajima, al mediodía, con calor, como siempre, comimos cerca de Cartajima, atravesamos el pueblo, bajamos al río en la zona del Molino del Real, subimos a la cresta de la loma de Igualeja y bajamos a Igualeja.

Los castañares, estupendos. No es extraño que nos apuntemos tantos a esta excursión porque es maravillosa. Estaban las hojas cambiando de verde a amarillo, con alguna ya en el suelo pero la mayoría aún en el árbol, con unos tonos de color preciosos, magnificados por el sol que se filtraba entre ramas y hojas, en un día sin viento, sin una nube, con el sol arrancando matices a las cambiantes hojas, a la blancura de los pueblos, a las casitas esparcidas y escondidas entre el castañar.

El entorno tan bonito del castañar promueve a ratos las alegres charlas, a ratos la introspección, a ratos el trasvase de energía desde los enormes troncos, a ratos la iluminación, y continuamente el éxtasis ante tanta belleza. ¿Cómo no volver cada año a este inigualable paisaje?

Mapa de la ruta


CASTAÑO CONFORME
Once de noviembre de 2017
¿Por qué será que siempre me pierdo en Igualeja? Año tras año, siempre estoy entre las que no encuentran la plaza de Igualeja. Es la misma entrada y, sin embargo, aparece de nuevo un vericueto que retrasa la vuelta. Se confirma la vuelta, muy a mi pesar insaciable.
Tricentenario, el castaño, y no me quedo.
Tricentenario,  el resplandor, y tampoco me quedo.
Más de trescientos años de búsqueda no han sido suficientes para calmar mi sed sedienta. ¿Quién es ese ser que llevo dentro? Que no se sacia, que se ciega con tanta  luz, que no amanece en el resplandor.
Entre los amarillos se cuelan algunas sombras y no pocos corazones. Son tantos los caminos y tantas las posibilidades que ofrece el castañar que me invitan a la pérdida, a la confusión, a los corazones. Y es que he de admitir, que tanta grandeza me confunde, que tantas conversaciones me conducen al galimatías, que tanta ofrenda hace el ágape  insaciable. ¿Cómo un ser tan pequeño puede caminar entre tanta bondad sin perderse? ¿Entre tanta luz sin aclararse?
A.                  Acepto la señal. No me voy a perder otro año en Igualeja. Aquí me quedo. Aprendo que no necesito vivir más de trescientos años y lo acepto. Atiendo al resplandor que me dice que ya es suficiente, que ya está bien; que no necesito conocer tantos caminos, y mucho menos,  explorarlos todos, ni probar todos los manjares que me ofrecen, ni escuchar todas las conversaciones emergentes, ni conocer todas las sombras del castañar y mucho menos todas sus luces. Y que deje a ese ser insaciable detenerse.
             Acepto que soy mortal.
 
Dejamos la carretera y nos internamos en el bosque

Carriles cubiertos de erizos

Remontando un repecho

Igualeja y Cartajima

La luz se filtra entre las hojas y los troncos
 
Cartajima entre las calizas y los castaños
 
Energía a raudales
 
Neblina que no es
 
Paisajes que no dejan huella
 
Puro otoño
 
Una alfombra de hojas
 
Phytolacca americana - Hierba carmín
 
Cielos azules y castaños amarillos
 
En el mirador de las Cruces
 
Subiendo hacia Cratajima con Pujerra al fondo
 
Castaños que dan vino
 
Llegando a Cartajima
 
Grupo en el Castaño Arenas
 
Cruzando el Arroyo de los Granados bajo mínimos
 
Subiendo hacia la Loma de Igualeja
 
En las calles de Igualeja