miércoles, 26 de octubre de 2016

Sábado 29 de octubre: Torrecilla (Sª de las Nieves) por Quejigales

 
Subiendo por la Cañada del Cuerno
 
Arce entre pinsapos
 
Meseta de Quejigales
 
Cerca del Pilar de Tolox
 
En la cumbre del Torrecilla
 
Vistas hacia la Nava de S. Luis
 
El paisaje desde el Torrecilla hacia Málaga
 
Colores de otoño
 
Pinsapos
 
Pinsapo junto al carril

domingo, 16 de octubre de 2016

Sábado 22 de octubre: Pinarillo - Navachica


Participantes:  10
 Paco Ruiz, Paco Ponfe, Enrique, Luci, Ana, Carlos, Ricardo, Manuel Díez, Jesús C.  y Jerónimo
Distancia recorrida:
19,6 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
1.650 metros
Altura mínima: (Pinarillo – 470 m)
Altura máxima: (Navachica – 1.831 m)
Tipo de recorrido:
Circular

Desayuno en la gasolinera de Nerja, con la rapidez y calidad acostumbrada. Nos acompañó Fali antes de ir a sus faenas por los alrededores de cerro Caleta. Había también un nutrido grupo de caminantes que iban a Cáñar.

La participación en las caminatas da bandazos. Tan pronto nos encontramos con una troupe de 20 personas como nos quedamos en la mitad, bien sea por la amenaza de lluvia, bien por la dureza del recorrido, o por ambas cosas.

Se propuso iniciar el recorrido por la Camatocha, base del Almendrón y Nido del Buitre para llegar a Navachica después de salvar los Tajos del Sol. Al revés de lo que acostumbramos. Y como las novedades nos gustan así lo hicimos.

Los matorrales de la loma de la Fuente del Esparto habían retornado a su color verde, las hojas ya no se caían, los pinos van sobresaliendo cada vez más del matorral y la senda, con un poco de humedad, estaba muy agradable de andar. La dureza del recorrido hizo que nos dividiéramos en grupitos y así llegamos al collado del Águila y al de la Colada Terriza.

Hemos hecho esta ruta montones de veces y siempre nos asombra su belleza. La vista desde la Colada Terriza sobre el barranco de Cazadores allá abajo, constreñido por el Perruchino al este y los enormes tajos que caen desde el cerro y collado de la Colada Terriza al oeste, es de lo más bonito que conocemos. ¡Qué agreste sierra! Y estábamos al comienzo del recorrido. La mesetita de la Puerta del Almendrón con el valle del Chíllar a un lado y el barranco de Cazadores a otro, presidida por las imponentes y escarpadas moles de la Torre y del Almendrón, es un lugar para pasar horas enteras absortos en ese bello y bravío entorno. Hasta el fuego respetó los pinos de la Puerta del Almendrón para que su verde contrastara con el gris claro de la piedra.

En la senda por debajo de la Torre y del Almendrón volvimos a caminar en grupitos. Poco antes de llegar al cruce con la senda que baja a Cazadores por la loma del barranco del Quemado Zeneto paramos para reagruparnos y para que Enrique se recuperara de una torcedura de tobillo. Entonces vimos a Carlos haciendo señas desde la cresta anterior. Se había despistado y había subido mucho más arriba de la senda. Le indicamos que bajase a buscar la senda y lo esperamos haciendo el Ángelus. Como tardaba Jerónimo se acercó a buscarlo y ya lo vimos aparecer siguiendo la senda. Un despiste y unos retortijones de tripas fueron los culpables del retraso.

En el collado de la Puerta otra paradita para contemplar el valle del Chíllar allá abajo con el cortijo del Imán y el picacho de las Tres Lindes. ¡En ningún recorrido hay este conjunto de puntos con tan impresionantes vistas! Continuamos por la ladera del Buitre buscando los hitos y señales azules que marcan la incipiente senda, asomándonos de vez en cuando a los tremendos acantilados que se desploman al Chíllar. La sendilla nos condujo al pie de los Tajos del Sol. Remontarlos es mucho más sencillo que bajarlos, pero el trepar siempre pone esa nota de riesgo, esa descarga extra de adrenalina que nos hace disfrutar.

Atravesamos los arenales de los Llanos y la cañada de los Arenalejos, rodeando el cerro del Lastonar por el sur y ascender después al Navachica. Navachica nos obsequió con un vendaval endemoniado. Hubo que sacar ropa de abrigo y cortavientos mientras llegaba el grupito del accidentado Enrique y quienes le acompañaban.

Buscamos refugio en un abrigaño al oeste de Navachica para almorzar. Bien abrigados comenzamos a sacar cervezas, vinos, aperitivos y demás platos. Empezaron a correr las chacinas, las tortillas, las ensaladas y las carnes, y conforme descansábamos y recuperábamos fuerzas volvió el buen humor y las ganas de reír. Para terminar queso, melón, brownie, pastas de cabello de ángel, tés y orujos. Casi nada.

La temperatura no era baja, unos 12,5 ºC, pero con el viento parecía que estábamos a 4 ó 5º. Acortamos el almuerzo y salimos pitando buscando refugio del viento en el valle del barranco del Rey. Curiosamente en el Ranchillo del Viento ya el viento casi ni se notaba y al llegar al fondo del barranco ya pudimos esperar con comodidad a reagruparnos. A Enrique le costaba caminar y el piso no era el más apropiado para ir con un esguince de tobillo. Más abajo Ana le hizo un vendaje sujetándolo con cinta americana y tomiza que no faltan nunca en la mochila de Ricardo. Lo que es llevar un hombre previsor y una fisioterapeuta en el grupo. Enrique ya caminó mejor y con sucesivas paraditas descendimos los barrancos del Rey y de Cazadores.

Desde la mina del Uno para abajo otra vez volvimos a disfrutar de acantilados y paredones de más de 400 m desplomándose a izquierda y derecha sobre el barranco. ¡Y en esos precipicios aparecen las bocas de las minas! No imaginamos cómo subían y sacaban el mineral de esos lugares tan inaccesibles.

Para hacer la vuelta un poco más rápida, Paco Ruiz y Luci bajaron más deprisa a buscar el todoterreno de Enrique acercándolo al barranco. Aún así llegamos al Pinarillo de noche.

Día con nubes y claros, sin asomo de lluvia, con buena temperatura excepto en los aledaños de Navachica donde sufrimos el tremendo ventarrón. Además por la cueva de Carrucho nos alcanzó el amigo Damián a quien no veíamos desde hacía tres años. Había pasado el día por la mina y barranco de la Soledad en el Camino Viejo. Estos reencuentros en el monte son siempre muy agradables.
 
Mapa de la ruta
 
En la Fte. del Esparto
 
Por la cuesta de la Camatocha
 
Cruzando La Puerta
 
Asomado a los tajos
 
Almendrillo y Almendrón
 
Almendrillo y Tajos de la Soledad
 
Van llegando nubes
 
Cruzando una de las pedreras del Almendrón
 
En el filo del abismo
 
Cruzando los Tajos del Nido del Buitre
 
En dos palabras: Im presionante
 
Piedra Sillada
 
La pirámide del Almendrón
 
Por el Nido del Buitre
 
El Almendrón desde el Nido del Buitre
 
Tajos del Sol
 
Subiendo los Tajos del Sol
 
Crocus serotinus - Azafrán silvestre
 
Remontando las últimas laderas del Navachica
 
Y en el vértice soplaba
 
Grupo
 
Buscando un sitio para comer
 
Vinos al viento
 
Bajando rápido en busca de una recachita
 
Boca de una mina
 
Por el barranco de los Caños del Rey
 
Tentación religiosa
 
Por la vereda del Bco. de Cazadores
 
Últimas luces de la tarde en los Tajos del Perruchino
 

viernes, 14 de octubre de 2016

Miércoles 19 de Octubre: Acebuchal - Cerro Panizo - Cerro Verde 2

Participantes: Miguel Gonzalez, Antonio Usieto y Manuel Díez
Recorrido 16 km. desnivel acumulado 1060 m.



En el Puerto Blanquilla con niebla al fondo
Subiendo al Collado de los Civiles con el valle del Higuerón abajo
En el Collado de los Civiles con el Panizo al fondo

Subiendo al Panizo

En la cumbre del Cerro Panizo (Tres Cruces) (1.208 m.)
Bajando del Panizo
El Cerro Verde 2, siguiente objetivo, desde la bajada del Panizo
En la cumbre del Cerro Verde 2

El Cerro Panizo desde el Cerro Verde 2
Bajando del Cerro Verde


El vino con el Panizo al Fondo
El restaurante de la comida estaba al lado del pino en el Cerro Verde
Cervecita para rematar la ruta en el Acebuchal
La ruta